Carta a LifeSaver

En LifeSaver fabricamos purificadores de agua portátiles que se envían a todo el mundo. Permiten a todo tipo de personas tener acceso a agua potable segura en muchas situaciones diferentes. Lamentablemente, al ser los fabricantes, rara vez vemos o escuchamos a los usuarios finales hablar sobre cómo les han ayudado nuestros productos. Por eso, la semana pasada todos sonreíamos cuando recibimos un correo electrónico brillante de la nada, que nos recordaba lo útiles que pueden ser nuestros productos.

"Hola,

 

Hoy estaba revisando algunas de mis cosas viejas para deshacerme de algo de basura, cuando me encontré con mi vieja botella de LifeSaver 4000UF . De repente, me senté y recordé una promesa que me había hecho en 2010, pero que no había cumplido hasta ahora.

 

Yo era un comando de la Marina Real que servía en Afganistán; era mi ^tercera vez allí y era verano. El calor era horrible (35-42 grados C) y con todo el equipo que teníamos que llevar, necesitábamos beber cantidades locas de agua para mantenernos hidratados. De todos modos, después de unos dos meses, dos de nosotros fuimos destinados a una unidad del ejército afgano. Este es el tipo de cosas con las que sueñas como marine: "detrás de las líneas", con una fuerza autóctona, sin ayuda a mano y solo otro tipo en quien realmente podías confiar. ¡Lo que siguió fueron los cinco meses más locos de mi vida!

 

Nunca me han llevado al límite tanto como en ese período de mi vida... ¡Y me encantó! Fue un agotamiento total, tanto mental como físico, y aquí es donde su producto entró en juego. Solo nos reabastecían cada 3-5 días por aire. Pero cuando necesitas saber "dónde puedo reducir el exceso de peso", solo hay una respuesta. Necesitamos munición, así como baterías para las radios y la visión nocturna. ¿Raciones de comida? No, necesitamos la energía. Ya nos habíamos deshecho de cualquier forma de exceso de ropa o sistemas para dormir. Así que lo único que nos quedaba era agua limpia, porque 1 litro = 1 kg y, con suerte, podríamos encontrar algo en el camino. Así que bebíamos agua local y, durante el ^primer mes, tuvimos que aceptar que cada pocos días nos enfermábamos, con ataques de diarrea y vómitos.

 

Un día, mientras estábamos patrullando con nuestros afganos, nos encontramos con unos estadounidenses. Intercambiamos algunos cigarrillos y dormimos en la parte trasera de un vehículo blindado que tenía aire acondicionado. ¡Fue increíble! Los yanquis nos cuidaron como es debido durante 12 horas. Nos alimentaron y nos dieron de beber hasta el punto de que no podíamos parar de orinar. Incluso nos instalaron una ducha para que pudiéramos lavarnos. ¡Aparentemente, un mes de limpiarnos solo con toallitas para bebés nos había hecho oler un poco!

 

Cuando llega el momento de separarnos, el teniente americano no entiende por qué no llevamos más agua. Le decimos que utilizamos 3 litros de agua limpia (embotellada) al día y que el resto lo buscamos en la basura. En ese momento, abre una trampilla de equipamiento y saca dos botellas nuevas de LifeSaver 4000UF y dos filtros de repuesto. Nos los da y uno de sus hombres dedica dos minutos a explicarnos cómo utilizarlos.

 

Nos fuimos con las botellas LifeSaver, aunque teníamos cierta duda sobre si funcionarían, ya que según nuestra experiencia hasta ese momento, la purificación del agua requería unidades de purificación de agua alimentadas por grandes generadores.

 

¡Estábamos EQUIVOCADOS! ¡Las botellas LifeSaver arrojaban agua limpia como si fuera algo pasado de moda! Quiero decir, literalmente recolectábamos agua de zanjas de drenaje llenas de excrementos humanos y animales, además del resto de los desechos que contenían. A veces, incluso orinábamos directamente en las botellas y nos la bebíamos. Era increíble. (¡No la orina, sino el agua limpia!)

 

En resumen, ¿por qué les cuento esto? Porque juré que algún día les daría las gracias a las personas que fabricaron la botella y aumentaron mi nivel de vida en uno de los lugares más oscuros y sucios en los que he estado. Hicieron que el agua fuera potable donde no la había y aliviaron la carga física de dos marines.

 

¡Gracias y seguid con el buen trabajo!

 

Pete O'Hanlon

Estudiante de ingeniería/ Excomando de la Marina Real